Por Redacción Es Noticia
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Un masivo operativo liderado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), en coordinación con autoridades estatales, resultó en el arresto de aproximadamente 780 inmigrantes en Florida esta semana, según información obtenida por medios norteamericanos.
La operación, que comenzó el lunes y se extendió durante cuatro días, se enfocó en inmigrantes indocumentados con órdenes de deportación definitivas. De acuerdo con un funcionario del ICE, más de 275 personas arrestadas contaban ya con una orden de expulsión emitida por un juez.
Este operativo representa una de las mayores acciones de este tipo en Florida bajo la administración de Donald Trump y fue la primera ejecutada bajo el acuerdo formal 287(g), que permite la colaboración directa entre autoridades locales y federales para la aplicación de las leyes migratorias.
El gobierno federal también ha retomado los llamados «arrestos colaterales», permitiendo la detención de inmigrantes que, aunque no eran objetivo principal de la redada, se encontraban en las inmediaciones de los buscados.
Desde principios de 2024, el 70% de las órdenes de deportación han sido emitidas contra personas que no asistieron a sus audiencias judiciales, según análisis de registros oficiales.
Organizaciones pro-inmigrantes, como la Coalición de Inmigrantes de Florida, expresaron su preocupación ante el impacto humano de estas medidas. “Va a desintegrar familias”, advirtió Tessa Petit, directora ejecutiva de la organización. También señaló que, dada la magnitud del operativo, es probable que algunos arrestados poseyeran algún tipo de estatus migratorio válido y carecieran de antecedentes penales.
En medio de la creciente tensión, la administración Trump reafirmó su postura. Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, fue enfática: “El presidente Trump y yo tenemos un mensaje claro para quienes se encuentran en nuestro país sin documentos: ¡SALGAN YA! Si no se autodeportan, los perseguiremos, los arrestaremos y los deportaremos”.
La situación genera incertidumbre y temor en las comunidades inmigrantes de Florida, que históricamente había sido considerada un estado acogedor para los recién llegados.