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Paciente de cáncer sin servicio de energía eléctrica desde marzo

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Por Sara Marrero Cabán

redaccion@esnoticiapr.com

 

GUÁNICA – Norberto Lugo Rodríguez presta atención cada vez que transita un camión frente a su casa con la esperanza de que sea de la empresa LUMA Energy.

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“Cada vez que pasa un camión yo pienso que son los de LUMA y, estoy pendiente a ver. A veces estoy horas y horas, a ver si viene alguien, y nadie llega”, lamentó el hombre residente en el barrio La Joya, en Guánica.

Desde febrero, Lugo Rodríguez vive sin energía eléctrica. Cientos de llamadas a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y ahora a LUMA Energy, han sido infructuosas.

La situación se complica porque Lugo Rodríguez tiene un hijo de crianza que es paciente de cáncer en el intestino y no puede vivir con él porque su casa no tiene el servicio de energía eléctrica.

“Todo es por mi hijo. Si fuera por mí, me alumbraba con velas”, expresó. “Ya no puedo más. Tengo un hijo enfermo y él quiere venir aquí, a la casa, y no puede”, lamentó el hombre.

Iván Rodríguez Acosta tiene 31 años y un diagnóstico de cáncer en el intestino Tipo 2.

La primera vez que fue ingresado en el hospital, para recibir tratamientos por supuestas úlceras, su estadía duró 22 días. “Cuando lo vi, pensé que se me moría”, dijo Lugo Rodríguez sin poder evitar que sus ojos se le pusieran llorosos.

Iván tuvo que buscar donde albergarse. Un amigo le abrió las puertas de su casa, en Ponce.

Mientras, a la espera del servicio de energía eléctrica para regresar a su casa en el barrio La Joya. Al no tener electricidad no puede conectar nevera ni abanicos para el calor.

Además, para ventilarla debe abrir las ventanas de par en par y le resulta insostenible descansar con tantos mosquitos.

“Desde el (pasado) 9 de abril he estado llamando (para que provean el servicio)”, precisó Lugo Rodríguez antes de mostrar evidencia escrita de las fechas y gestiones que ha realizado para la conexión de energía eléctrica.

Explicó que la primera semana de marzo solicitó el servicio de energía eléctrica. Los celadores de la AEE que acudieron a atender la situación le informaron que no podían completar los trabajos porque la obra era “invasiva”, ya que tenían que conectar un cable desde el poste que queda al otro lado de la calle hasta el techo de su casa. Pasaron los meses y la brigada nunca regresó para conectar el cable.

Lugo Rodríguez fue citado varias veces a las oficinas de la AEE en respuestas de sus continuas llamadas para que atendieran el caso. Ni las visitas ni las múltiples llamadas a la AEE tuvieron resultado.

Cuando LUMA Energy asumió la administración de la AEE, en junio pasado, personal de la empresa le indicó que tenían que esperar 10 días para la llegada de brigadas, porque estaban “atrasados en los trabajos”.

A los 10 días, Lugo Rodríguez volvió a llamar y fue citado a la oficina nuevamente. Sin embargo, recibió por respuesta el que estaban “esperando equipo que no tenían”.

“(Me dijeron) ‘lamentablemente va a tener que buscar otro lugar para llevar a (Iván) hasta que se arregle la situación, porque esto va a tardar bastante’. Me comunicó una señora una vez (me dijo) ‘mientras más llames, más se van a tardar porque a ellos no les gusta que estén molestando tanto’; así me dijo”, relató incrédulo por la respuesta de la empleada.

El municipio tampoco le ha brindado ayuda. Lugo Rodríguez no recibió ayuda por parte de la administración municipal y la respuesta fue que no tenían generadores de energía disponibles para los ciudadanos.

“Con una planta, aunque se vaya la luz, por lo menos puedo seguir”, comentó sobre una casa que también sufrió daños con los sismos que estremecieron a Guánica, en enero de 2020.

La situación continúa complicándose para esta familia. A la falta de energía eléctrica se suma que el plan médico no cubre todas las necesidades de Iván, como las medias de compresión, medicamentos y dieta.

“Aún no sé si la sangre le van a cobrar o no, porque dijeron que eso había que buscar donadores para la sangre”, dijo el hombre que trabaja a tiempo parcial como paramédico y también en una panadería.

Si la situación no mejora, Lugo Rodríguez considera mudarse a otro municipio o a los Estados Unidos. “Esto es inaceptable; tanto tiempo sin luz”, subrayó el hombre.

Iván, quien antes del diagnóstico trabajaba en una sucursal bancaria en Ponce, es uno de los cinco hijos de Lugo Rodríguez, tres de crianza y dos biológico: uno de 15 años y otra de 14 años.

Norberto Lugo Rodríguez expresó frustracción a la espera del servicio de energía eléctrica que necesita su hijo paciente de cáncer.