PEÑUELAS – Yolanda Casiano Mateo aprovechó el tiempo de la cuarentena para comenzar un negocio de familia. Motivada por su hijo Luis Cruz Casiano, quien considera que su mamá es la mejor cocinera del mundo, y por su nuera Sandra Pacheco Álvarez, decidió realizar algunos de sus delicias caseras para vender y buscar un ingreso adicional.
“Mi hijo siempre me motivaba para que hiciéramos un negocio. La verdad es que me gusta cocinar y me agradó la idea, así es que decidí complacerlo. Yo cocino y él y mi nuera me ayudan a empacar, a hacer las entregas y a promocionarme. Lo que empezó con 2 o 3 pedidos en la cuarentena, ha seguido creciendo y cada vez más gente ordena”, contó Yolanda.
La residente de Peñuelas recordó que su hijo siempre ha estado envuelto en los deportes y ella se encargaba de preparar comida en los quioscos de los parques. “Ya mucha gente conocía mi comida y por eso, cuando empezamos ahora con este proyecto, rapidito recibimos apoyo”, explicó.
Yolanda indicó que la especialidad del negocio son las mollejas con guineos en escabeche y el gazpacho. Además, preparan canapés, sándwiches de mezcla, cielito lindo, dips y diferentes empanadillas, entre las cuales se encuentran sus famosas empanadillas de mollejas. “La clave es la frescura y los ingredientes. Yo hago mi sofrito, muelo los ajos y preparo todo al momento. Hago todo con mucho amor”, expresó.
“Yo hace tiempo le decía a mami que hiciéramos algunas cosas para vender, pero uno lo seguía dejando pasar. La verdad es que a ella le gusta cocinar y cocina bueno de verdad”, expresó Luis, quien se encargó de publicar un anuncio en sus redes sociales y las órdenes no se hicieron esperar.
“Mi mamá es una mujer bien especial y con un enorme corazón. Siempre la he visto trabajar muy duro para echarme hacia adelante. Es una persona humilde, le gusta ayudar y servir. ¿Qué puedo decir? Tengo a la mejor mamá y este embeleco lo hacemos, no solo por tener un ingreso adicional, lo hacemos porque en una forma bien bonita de compartir y pasar tiempo juntos”, explicó el joven.
Aunque Yolanda nació en Salinas y emigró a la ciudad de Nueva York cuando era niña, llegó a Peñuelas hace casi 30 años y agradece a los peñolanos por haberla acogido como hija de este pueblo.
“A mami la conoce todo el mundo en Peñuelas. Mi mamá siempre ha sido bien fajona. Nosotros tuvimos un hogar humilde y el primer carro que hubo en mi casa fue cuando yo cumplí mis 18. Siempre estábamos a pie o en pon, pero eso no fue impedimento para que me echaran pa’ lante”, dijo Luis, quien trabaja en el programa atlético de la UPR en Ponce.
Productos doña Yoli tiene puntos de entrega en los pueblos de Ponce y Peñuelas, lugares a donde acuden clientes de diferentes pueblos para recoger sus pedidos. Las órdenes han aumentado de forma considerable y la familia no descarta, en un futuro no muy lejano, establecer un local fijo para su negocio.
Yolanda Casiano Mateo y sus productos doña Yoli son ejemplo de amor, humildad y unión familiar. Gente como tú que nos inspiran a valorar las cosas importantes de la vida.
