Por Miguel Díaz Román
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Las comunidades ubicadas en las inmediaciones de la planta eléctrica que opera la corporación AES en Guayama, rechazaron las alternativas presentadas por la empresa para intentar limpiar un acuífero subterráneo del área contaminado con cenizas tóxicas de carbón y cuestionaron la excesiva presencia policíaca en la actividad.
Las comunidades fueron citadas a un local de actividades en el barrio Olimpo de este pueblo, donde los representantes de AES presentarían las alternativas para limpiar el acuífero. Los representantes de las comunidades sostuvieron que las alternativas presentadas por AES no son efectivas y podrían causar daño a la salud de los residentes cercanos y al medio ambiente.
“Una vez más la AES ha quedado desmentida. Decían que las cenizas no eran peligrosas, pero resulta que contaminaron el acuífero con elementos tóxicos, en cantidades superiores al parámetro de seguridad. Obligados por la Agencia de Protección Ambiental federal (EPA, por sus siglas en inglés) presentan unas alternativas para tratar de limpiar el agua subterránea que no son efectivas y que causarían más daño a la salud de los residentes cercanos y al medio ambiente. Su plan fue rechazado por las comunidades presentes”, explicó Víctor Alvarado Guzmán, portavoz del Comité Diálogo Ambiental de Salinas.
Alvarado Guzmán indicó que AES realizó la audiencia para cumplir un requisito impuesto por la EPA.
Aldwin Colón, residente de la comunidad de Miramar, cuestionó la decisión de celebrar la audiencia en una comunidad lejos de la planta de carbón.
“Esta reunión se debió celebrar en la comunidad de Puente de Jobos, que es la más afectada, para que la gente de la comunidad llegue. Aquí en el barrio Olimpo es difícil llegar y más con el contingente de policías que tienes afuera. Esto no es una verdadera oportunidad para que la comunidad se exprese. Esto es una oportunidad para ustedes engañar el sistema”, señaló Colón, quien también es miembro de la organización Comunidad Guayamesa Unidos por tu Salud.
Sobre la presencia de efectivos de la policía en el lugar, José Manuel Díaz Pérez, del Campamento contra cenizas en Peñuelas, criticó la excesiva movilización.
“Habían cerca de 70 a 80 agentes en el área, otros efectivos de la fuerza de choque estaban esperando instrucciones en un cuartel, vallas restringiendo las tres carreteras que daban acceso al local de la reunión, AES no permitió el uso del estacionamiento para personas de la comunidad, los vecinos del lugar no sabían de la reunión, contrataron guardia de seguridad privada, tenían detector de metales y realizaron un “cateo” a las personas que entraban. Esa reunión no cumplió con el propósito de motivar a la comunidad a participar de la misma. De parte de AES y la policía lo convirtieron en una zona de guerra”, comentó Díaz Pérez.