Por CyberNews
Hace dos años, Puerto Rico fue testigo de la primera renuncia de un gobernante electo.
El exgobernador Ricardo Rosselló Nevares, y ahora cabildero/delegado por la estadidad, admitió que sus errores no son uno, sino muchos.
“No es uno, sino muchos. Yo creo que yo dejé un récord», expresó.
El exmandatario sostuvo que su «formación profesional como científico» lo prepara para poder reconocer los errores y aprender de ellos. «Es por eso y todos pueden ver que es de récord público que mis mensajes de estado, que fue para sorpresa de muchos, yo cogía los mensajes de estado para hablar de los aciertos, pero también cogía parte del mensaje de estado para hablar de los desaciertos», indicó.
Rosselló Nevares procedió a «enumerar algunos de ellos».
Declaró que «hubo un poquito de sobre confianza en mi parte, en que yo entendía que me podía tirar el mundo en contra, siempre y cuando el objetivo fuese adelantar la agenda de reforma y en esa trayectoria creó muchísimos enemigos, verdad, enemigos poderosos».
«Uno no hace una reforma energética sin crear enemigos poderosos en el cartel de los petróleos. Uno no hace una reforma educativa sin crear enemigos poderosos en las uniones. Uno no hace una propuesta de encaminar los condados, que todavía pienso es importante, verdad, en el asunto de los municipios sin crear enemistad con ciertos alcaldes. Y yo reconozco que me tiré esa, creé demasiada fricción y creé demasiados enemigos», fue como describió el periodo de gobernanza.
Rosselló fue obligado a abandonar el cargo en el verano de 2019.
«Yo me convertí un poquito obsesivo en el trabajo y en la gestión, y perdí, y no me dediqué tiempo a crear relaciones tanto en la legislatura, en otros alcaldes, delegaba a otros mientras yo hacía un trabajo que entendía era importante y entendía que era urgente, pero hoy día me doy cuenta de que eso era importante», sostuvo.
Después, dijo Rosselló, «tuve aciertos y desaciertos en mi equipo de trabajo, verdad, y ciertamente hubo personas que fallaron y, por consiguiente, aunque las acciones que ellos tomaron son responsabilidad de ellos, fue mi juicio que determinó que yo debería poner x o y persona en cierta posición y sin duda alguna, algunos de ellos fallaron».
El líder estadista señaló, además, que «después del huracán María yo estaba durmiendo en promedio (de) una a dos horas al día y eso tiene un efecto». «Afecta el temperamento entre otras cosas y yo creo que en parte algunos de mis errores de juicio, emanan de ello», añadió.
Sobre su trabajo sin remuneración como cabildero/delegado por la estadidad, Rosselló Nevares dijo:
“Yo creo que al final del camino en todo esto, se va a elevar el rango de discusión nacional que va a ser inevitable. Porque el asunto de Washington DC y el asunto de Puerto Rico tocan la fibra de una ruta que bifurca entre una definición de la nación americana y otra. Vamos a llegar a un momento en que nosotros como nación americana vamos a tener que tomar una decisión de qué queremos ser como nación americana».
«Entonces, en esa decisión tenemos que establecer si queremos ser una nación aislada, hay ciertos grupos que favorecen ese modelo aislado del mundo, o, si queremos ser una nación abierta y creciendo. En esa decisión vamos a tener que establecer si nosotros queremos ser una nación que promueve realmente la igualdad o una que solamente lo pone por escrito y no lo hace”, expuso.
“Yo creo que es inevitable -si nosotros hacemos nuestro trabajo- que el asunto de Puerto Rico y de Washington estén entrelazados en esos conceptos y que será el Congreso quien tiene que decidir si queremos ser una nación apartada del mundo, o abierta al mundo yendo hacia adelante”, indicó.