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Terapia Ocupacional para el déficit de atención e hiperactividad

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Por Anette Quiñones

Terapeuta ocupacional y presidenta CPTOPR

 

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) se trata de un trastorno de origen neurobiológico que se inicia en la edad infantil antes de los 7 años y que persiste en la edad adulta. Este trastorno afecta a millones de niños y puede continuar hasta la edad adulta.

Los síntomas principales son faltas de atención, hiperactividad, impulsividad, conductas “agresivas”, baja autoestima y frustración, dificultades a nivel sensorial y propioceptivo, hipersensibilidad y la dificultad de procesar estímulos y de crear una respuesta adecuada a ellos.

Estas alteraciones suelen darse antes de los 12 años e interfieren en el desempeño ocupacional del niño. Puede producir en el niño o adolescente un bajo rendimiento escolar, falta de autonomía en las diferentes actividades de la vida diaria como por ejemplo dificultades al llevar a cabo rutinas en el hogar y la escuela, habilidades sociales, en el área del juego como aceptar o seguir las normas de un juego grupal, y también pueden crear una baja autoestima.

El enfoque de la terapia ocupacional para el TDAH en abordar y desarrollar las ocupaciones en las que el niño tiene más dificultad de desempeño. Algunas intervenciones que se trabajan desde la terapia ocupacional son:

      • se trabaja con las actividades de la vida diaria como la alimentación, vestirse, bañarse, entre otras;
      • se potencializa las habilidades motrices
      • desarrollo de actividades cognitivas como la memoria, atención y la concentración
      • se trabaja la integración sensorial
      • se ofrecen técnicas para controlar los niveles de energía o el exceso de actividad
      • funciones de lateralidad (derecha-izquierda)
      • coordinación física
      • orienta a la familia para trabajar en conjunto un programa de rutina y así fortalecer las actividades de la vida diaria.

Como pueden ayudar los padres, madres o tutores:

Algunas recomendaciones que pueden seguir los padres, madres o tutores con niños con déficit de atención son:

      1. Las rutinas son importantes. Organice una estructura al día a día en el hogar como por ejemplo cuando llega de la escuela se cambie de ropa, se siente a comer, realice las tareas escolares. La rutina también es importante a la hora de estudiar.
      2. Pedirle al niño que le repita las instrucciones. También las listas cortas son excelentes como recordatorios de tareas y actividades.
      3. Concéntrese en enseñar a su hijo una cosa cada vez. No intente trabajarlo todo.
      4. Descubra que habilidades tiene el niño y foméntelas.
      5. Es importante felicitar a su hijo por sus esfuerzos. reforcemos sus comportamientos positivos.
      6. No se le debe dar al niño o al adolescente más de una orden a la vez. Es preferible esperar a la finalización de una tarea, antes de presentar una nueva actividad.
      7. Importante realizar actividades divertidas. Debe haber diversión en su vida.
      8. Evite criticar al niño.
      9. Concéntrese en el aprendizaje de destrezas más que en las calificaciones. Los niños con este trastorno pueden sentir mucha presión lo que les puede generar frustración y que tampoco aprenda.
      10. Importante buscar un profesional que le ofrezca un diagnóstico claro, confiable y que provea la orientación y recomendaciones adecuadas. Y busque el apoyo de familiares y amigos o ayuda profesional, como grupos de apoyo.