Por Sandra Caquías Cruz
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PONCE – Un hombre será llevado esta tarde ante un juez del Centro Judicial de Ponce por alegadamente asesinar a su hermano a golpes, quemarle la guagua y dejar el cuerpo abandonado por una disputa por un terreno que sería herencia.
El crimen ocurrió a golpes con un objeto contundente, informó el agente José Pérez Monte, del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Ponce. Un segundo detenido y quien alegadamente participó del crimen, coopera con las autoridades, informó la Policía.
El fiscal Alberto Flores se apresta a someter cargos, entre otros, asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas y destrucción de evidencia. Mientras, el abogado Julián Claudio se prepara para defender al hermano del occiso.
Una prueba de ADN comprobó que el cuerpo hallado en avanzado estado de descomposición -10 de diciembre de 2024- debajo de un puente en el barrio Peñuelas, en Santa Isabel, era el de Marcos Rivera Bonilla, de 76 años.
«Tenemos la esperanza de que no sea él», había expresado Marcos Rivera Peña, el mayor de los cinco hijos del infortunado y quien indicó a Es Noticia que desde un principio sospechaba de dicha persona y la describió como «maquiavélica».
«Desde que comenzó la investigación esto no pintaba bien. Todo apuntaba a mi tío», dijo el hijo mayor del infortunado. Explicó que tras la desaparición de su padre tuvo que ver a su tío unas 3 o 4 veces y tratarlo como cualquier otra persona cuando sospechaba era culpable de la desaparición. «No fue fácil», describió.
La guagua Cherokee 1996 hallada completamente quemada y cerca del lugar donde encontraron el cadáver, era propiedad de Rivera Bonilla, con residencia en el barrio Río Cañas, en Juana Díaz, quien había sido reportado desaparecido. La desaparición la reportó el hijo mayor.
La guagua fue hallada cerca de la entrada al vertedero de Santa Isabel. La guagua se quemó por completo. La Policía no pudo levantar evidencia sobre algún signo de violencia como impactos de bala, informó.
Rivera Peña explicó que la vecina y hermana de don Marcos llevaba días que no veía la guagua y le extrañó por lo que se pusieron en contacto.
El hijo recorrió diversas comunidades cercanas para intentar ver la guagua, pero no la encontró. No obstante, recibió una llamada de la Policía en la que informaron que pasara por el Cuartel porque habían encontrado la guagua quemada.
La Policía continúo rastreando cerca de donde fue hallada la guagua y al día siguiente -viernes- se topó con el cuerpo de un hombre en avanzado estado de descomposición.
El cuerpo estuvo sin reconocer en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), quienes solicitaron a Rivera Peña, residente en Ponce, que llegara a esas oficinas porque iban a tratar de identificar el cadáver con pruebas de ADN.
Rivera Peña aseguró que su padre no tenía problemas con otras personas y que estaba retirado y se la pasaba tranquilo en su vivienda en Río Cañas, donde lo vieron por última vez el pasado primero de diciembre.
El cuerpo del hombre sería entregado a la familia, en las próximas horas, para un servicio religioso en una funeraria en Juana Díaz.
