Por Ana Delma Ramírez
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El amor, la amistad y su cristianismo son experiencias de vida en los 44 años de casados que lleva el fondista Eduardo Vera Pacheco y su esposa Evelyn Torres Vargas.
La pareja se conoció en su etapa de estudiante en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Recinto de Ponce. Él un entregado atleta y ella estudiante de enfermería.
Un acercamiento que tuvo como intermediario varias tazas de café. Fue un flechazo a primera vista que despertó el interés de Vera por Evelyn cuando ella pasaba a su lado y coquetamente hacía ondear su entonces, larga cabellera.
Fue el atleta ponceño Jesús “Bilo” Cabrera, quien los presentó en el Centro de Estudiantes de ese centro docente. De ese momento al presente, han superado y enfrentado cuatro décadas juntos, llenos de complicidad y amor.
Como pareja procrearon dos hijos: Eduardo Jr., quien tiene 42 años y es maestro de Educación Física y Dayra Camille, de 36 años, quién nació con condiciones de salud y deficiencias intelectuales. Eduardo Vera, maestro de profesión, es natural de Adjuntas. Evelyn, enfermera especializada en sala de intensivo y oncología, nació en Ponce. Ambos residen en Ponce y están jubilados.
Hace varios años han adicionado otra faceta a sus vidas, Evelyn se ha convertido en atleta de varias distancias para las que comparte con su esposo la rutina de entrenamiento y competiciones. Actividades que los ha unido más. “Seguiré corriendo o caminando (hasta que pueda)”, expresó Vera a Es Noticia.
Evelyn, por su parte, se ha adaptado a su nuevo rol de atleta y es quien motiva y empuja a su marido a salir de madrugada a entrenar.
Lo hacen en la pista de la urbanización Glenview Garden todas las madrugadas. Eduardo Vera tuvo un delicado quebranto de salud que le obligó a pausar en su trayectoria de atletismo, en ese episodio los conocimientos como enfermera de Evelyn fueron fundamental en la recuperación del destacado atleta nacional.
Eduardo Vera Pacheco tiene varios apodos, La Máquina, Pequeño Gigante de Adjuntas, el incansable, todos ellos debido a su prolífera carrera y el dominio de todas las distancias de medio fondo en adelante.
Vera un ejemplo de humildad y perseverancia, algo que le ayudó a tener éxito en sus estudios, competencias y hasta en conquistar a Evelyn. “Ella no me lo puso fácil, hice todo a mi alcance hasta conquistarla”, expresó Vera.
Un corredor incansable, retante, diversificado de 800; 1500; 3,000; 5,000; 10,000 y 3,000 metros con obstáculos y campo traviesa. Más de 47 años corriendo, obteniendo medallas y galardones.
Vera fue el primer atleta en cronometrar 31 minutos en pista para los 10,000 metros, un registro de 30.22 en 1975. Una sexta posición en el Maratón de Boston y ganador del maratón El Sibao, en República Dominicana.
No fue olímpico porque a pesar de hacer su marca, “me sacaron de la selección por no correr el Maratón de La Guadalupe, en Ponce, que era eliminatorio para fondismo” argumentó.
Vera ha vestido los colores de la bandera de Puerto Rico en Centroamericanos y Panamericanos.
Evelyn ya es ganadora de 5k en su categoría de 60 años en adelante y ha corrido esa distancia en siete ocasiones.
«Me queda mucho camino por recorrer, apenas estoy comenzando. Tengo el mejor entrenador. Me deleita pasar esta faceta con Vera”, expresó a Es Noticia. Eduardo Vera y su primogénito son dedicados agricultores, siembran café, limones, plátanos, guineos y aguacates.
“Jubilarnos ha sido una oportunidad de estar juntos, pasar tiempo sin apuros, dedicarnos al deporte, continuar amándonos”, expresó Evelyn.
