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Férrea lucha en El Boquete contra la contaminación

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Por Sara R. Marrero Cabán

redaccion@esnoticiapr.com

 

PEÑUELAS – La contaminación ambiental de proyectos ajenos a la comunidad ha sido una plaga perenne para los residentes del sector El Boquete, donde viven 23 padres de familia.

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A solo millas de dónde sus vecinos peñolanos continúan su férrea oposición en contra del depósito de cenizas, la comunidad pesquera lucha continuamente por mantener un ambiente ecológicamente saludable y pacífico.

Desde que los pescadores obtuvieron las residencias por sucesión en el 1956, los proyectos propuestos y establecidos en el área nunca han perseguido el bien comunitario. Cada uno de los proyectos, según los vecinos, se establecieron “a espaldas” de la comunidad. Estos proyectos, por su parte, han estorbado tanto la paz comunitaria como el bienestar del medioambiente, convirtiéndolo en eje de polución.

“Al suceder de los años, en vez de nosotros tener un progreso, lo que hemos es retrocedido. ¿Por qué? Porque los proyectos que se han hecho en el sector y los proyectos que han realizado nos están afectando”, comentó el pescador y portavoz de la comunidad Lionel Franscechi Román.

Lionel Franscechi Román (Tony Zayas)

En primer lugar, los depósitos de la planta Industrial Chemicals Corporation-establecida en el 1974 al oeste de la comunidad-han ultimado la pesca. La compañía maneja ácido sulfúrico, sulfato de aluminio, dióxido de azufre, ácido clorhídrico, soluciones de clorohidrato de aluminio, soda cáustica, hidróxido de amonio, amoniaco anhidro y soluciones de cloruro de aluminio.

Según observó Es Noticia, las montañas amarillentas de estos depósitos están al aire libre, a merced del viento y de las olas del mar.

“Tenemos que navegar muchas millas afuera para obtener pesca, porque ya en esta área ya la pesca no existe”, indicó Franscechi Román con los ojos clavados hacia la empresa monumental.

Además, la comunidad les atribuye a estos químicos-que ya han traspasado a las aguas marítimas-la racha de diagnósticos de la mortal enfermedad que padecen varias personas del área: cáncer. Franscechi Román, quien es sobreviviente, narró que su progenitor fue víctima. Mientras, su sobrina, quien apenas tiene un año de edad, lleva su corta vida luchando en contra de la enfermedad. En cada casa cuentan historias similares.

“Aquí está pasando algo, porque todos los que estamos aquí estamos sufriendo de cáncer”, señaló.

Entretanto, en la entrada de la comunidad perduran los residuos de la demolición de la planta Ponce Salt Industrial. En el terreno, sitúan asbestos y metales, materiales que nunca se limpiaron por años.

“Lo que sucede es que en ese terreno el propietario nunca ha limpiado y esa propiedad la están usando como vertedero”, agregó.

Por otra parte, en la entrada de la comunidad erige un almacén que, por los pasados 35 años, ha estado en el abandono por presuntos desperfectos que obligaron su desuso.

La construcción destruyó un área de mangles que es sensible a flora y fauna marina y una zona donde solían haber cuevas de jueyes.

Asimismo, el abandono de la estructura ha posibilitado que aguas usadas se filtren dentro de la estructura y queden atrapados, creando un vivero ideal para mosquitos.

“Ese edificio ha cambiado mucho de dueño. Inclusive, no se limpia. Nosotros, la comunidad, somos los que estamos limpiando la parte de acá. Pero la parte de adentro, esa parte está contaminada. Hemos hecho muchas peticiones para que, por lo menos, se pueda limpiar, por lo menos puedan hacer algo. Pero se nos ha hecho bien difícil”, relató.

Los crímenes ambientales en contra de la comunidad, sin embargo, no tienen punto final.

Los residentes han observado el corte de mangles aledaños a los apartamentos de lujo Villas Mar Azure. Esta práctica no es novata.

Desde el 2011, la comunidad ha denunciado el corte de este ecosistema. Los pescadores también han palpado desperdicios sólidos entre los mangles.

Aunque se susurra el nombre del alegado responsable, la persona se esconde en la anonimidad y pretende vender el área. denunciaron residentes.

Según Franscechi Román, los residentes se querellaron ante el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y el Departamento de Justicia. Al presente, la denuncia no progresó.

“Aquí el que ha sido bien negligente es el Departamento de Recursos Naturales y el Departamento de Justicia, que ellos ya investigaron y fueron al tribunal. Hay una orden del tribunal que, hasta ahora, ocho años después, no han acudido. Sin embargo, ese señor está haciendo lo que le da la gana. A pesar de que el Departamento de Recursos Naturales sabe que él está vendiendo el mar, que está rompiendo el mangle, con toda esta prueba ni tan siquiera regresaron al tribunal. En representación de la comunidad, no es un pedido mío. Es un pedido de la comunidad”, denunció.

Por otro lado, denunciaron que la conducta de algunos de los huéspedes de Villas Mar Azure estorba la paz. A pesar de ser una zona residencial, estas personas acceden al área en sus automóviles en velocidades extremas, peligrando la vida de menores y ancianos residentes.

“Tenemos un proyecto de apartamentos que es ajeno a la comunidad con pleno conocimiento que el área del Boquete es una zona residencial de pescadores. Los residentes nunca hemos tenido notificaciones de ningún proyecto aquí. Lo que sucede es que el proyecto es un proyecto de vivienda y, actualmente, estamos notando que están llegando personas los fines de semana y esas personas que están llegando los fines de semana están ignorando los reductores de velocidad e inclusive están interviniendo en la zona privada de los terrenos, porque los terrenos de El Boquete es una zona sensible de mangle. No contamos con acera, no tenemos la calle marcada”, indicó.

¿Y ahora qué?

Al cierre de esta edición, el DRNA no respondió a solicitudes de información de parte de Es Noticia.

Según el alcalde peñolano, Gregory Gonsález Souchet, el silencio de parte de la agencia es un patrón “histórico”.

“Históricamente ha sido así. Históricamente el Departamento de Recursos Naturales ha estado bastante ausente de las luchas ambientales, no tan solo en Peñuelas, sino en toda el área”, expresó el líder municipal.

La comunidad sometió una petición el 18 de marzo para que la Legislatura Municipal, el Alcalde, el DRNA, el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, en inglés) y el Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos (USACE, en inglés) hagan vistas oculares.

En la petición, solicitaron declarar como estorbos públicos el almacén y los depósitos de la empresa Ponce Salt Industrial e investigar el corte de mangles y el depósito de basura en este ecosistema.

“Por ningún motivo voy a permitirlo, ni que se siga contaminando, ni que dañemos más la salud ni que la paz se siga perjudicando”, reiteró Franscechi Román.

El Alcalde indicó que la pandemia del COVID-19 atrasó la visita ocular al área. Cumpliendo con las recomendaciones de la Asociación de Alcaldes para frenar la propagación del virus, las operaciones municipales están en modalidad virtual, por lo que la Legislatura Municipal aún tiene que designar cuáles miembros visitarán el área.

“Vamos a proceder en la manera en que tengamos que proceder. Obviamente, se va a estar verificando, se va a estar evaluando los reclamos si las cosas son según se han indicado y, eventualmente, si hay que proceder legalmente, lo haremos contra quien sea”, aseguró el Alcalde.