Por Redacción Es Noticia
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Autoridades sanitarias y expertos en salud pública de todo el mundo están alertando sobre la propagación de una nueva variante del coronavirus, identificada como NB.1.8.1, la cual ha sido señalada como responsable de un reciente resurgimiento de casos de COVID-19 en China y varios países del continente asiático.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), esta variante ya representaba aproximadamente un tercio de los nuevos contagios en EE.UU. al 7 de junio, lo que marca un aumento drástico desde el mes anterior, cuando apenas alcanzaba el 5% de los casos.
Los expertos europeos también han advertido sobre la posibilidad de un repunte de casos en el continente, mientras que en Estados Unidos no se descarta una ola de verano, alimentada por la expansión de esta nueva cepa.
Síntomas y gravedad
Según los especialistas, los síntomas de NB.1.8.1 son similares a los de variantes anteriores del SARS-CoV-2, aunque con variabilidad en su presentación y gravedad. Entre los síntomas más comunes se encuentran:
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Congestión y goteo nasal (similares a alergias)
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Fiebre y dolor de garganta
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Fatiga, dolores musculares o corporales
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Dolor de cabeza
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Tos y dificultad para respirar
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Náuseas, vómitos o diarrea
Aunque la mayoría de los infectados se recuperan sin complicaciones, algunos pueden requerir hospitalización por complicaciones respiratorias. Asimismo, se mantiene la preocupación por los casos de COVID prolongado (o «long COVID»), una condición que afecta a algunos pacientes tras la infección y que puede provocar síntomas persistentes durante semanas o incluso meses.
¿Las vacunas siguen siendo eficaces?
Hasta el momento, no hay evidencia concluyente sobre la eficacia de las vacunas existentes contra NB.1.8.1. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha citado datos preliminares de laboratorio que sugieren que esta variante podría tener cierta capacidad de escape inmunitario, lo que significa que podría evadir parcialmente la protección proporcionada por vacunas previas o infecciones anteriores.
Las autoridades sanitarias globales están vigilando de cerca la evolución de esta variante y han reiterado la importancia de mantener medidas preventivas como el uso de mascarillas en lugares cerrados, la ventilación adecuada y el aislamiento ante síntomas respiratorios.
Mientras tanto, se espera que los fabricantes de vacunas y los organismos de salud pública continúen monitoreando la eficacia de las vacunas actuales y ajusten sus estrategias si es necesario.
La comunidad médica recomienda a la población mantenerse informada a través de fuentes oficiales y no bajar la guardia ante el virus, que continúa evolucionando.