Inicio PORTADA Don Meme sigue pescando arrayaos, colirubias y meros a sus 92 años

Don Meme sigue pescando arrayaos, colirubias y meros a sus 92 años

9
0

Por Nydia Bauzá
redaccion@esnoticiapr.com

 

PONCE – Claudio José Irizarry Maldonado era maestro y principal de escuelas y aunque la pesca nunca fue un medio para llevar el sustento al hogar, desde joven se curtió en el arte de manejar la caña y el anzuelo.

A sus 92 años, don Meme, como se le conoce, cuando hay buen tiempo sale al mar con su yerno Mario Ruiz Colón en busca de arrayaos, colirubias, meros, picuillas, cojinúas y de un buen pargo. Ambos pescadores son socios de la Villa Pesquera de la Playa de Ponce. Hace seis años se emparentaron porque Mario se casó con Gladys Irizarry Andújar, la única hija de don Meme, quien también pesca y de vez en cuando, se va en el bote mar adentro con su padre y con su esposo.

“No soy de la playa, nací en Adjuntas, pero desde jovencito me gustó mucho la pesca. En Adjuntas íbamos al río a pescar guábaras, camarones de río y buruquenas, luego pasamos a pescar a los lagos, pero siempre he practicado la pesca recreativa, no comercial”, relató a Es Noticia.

“En los años ‘50 nos íbamos a pescar a los ríos y lagos, no teníamos equipo de pescar, solo unas nasas que hacíamos de saco. Las buruquenas y camarones caían dentro de la nasa, era lo que cogíamos en esa época. Luego cuando Recursos Naturales echó pesca en los lagos comenzamos a pescar en los lagos”, evocó.

Apoyado por un andador, desde la villa pesquera de la Ciudad Señorial, el veterano pescador cuenta que trabajó 32 años en el Departamento de Educación, 16 años de maestro y otros 16 años, los ejerció como director escolar.

“En los tiempos libres míos yo venía siempre a pescar”, sostuvo Irizarry Maldonado, quien obtuvo el grado normal de maestro en la Universidad Católica y en ese momento, también sirvió dos años al Ejército de los Estados Unidos. “Por Veteranos recibí una beca de cuatro años de estudios e hice una maestría en Administración y Supervisión Escolar en la Universidad de Puerto Rico”, enumeró. También dijo que logró una beca de estudios en Israel.

Residió en Adjuntas hasta 1970 y en esos años, estableció con su familia su residencia en la ciudad de Ponce. En sus ratos libres pescaba en La Guancha y en otros sectores del sur hasta que el fenecido alcalde ponceño Rafael Cordero Santiago (Churumba), construyó las instalaciones de la Villa Pesquera. Dijo que muchos pescadores se mudaron al local y en 1993, fundaron la Asociación de Pescadores de la Playa de Ponce.

“En esta área compartimos unas facilidades que nunca habíamos tenido. Tenemos estas facilidades para pescadores y para gente que se retira y vienen a pasar sus últimos días a la villa porque les gusta la pesca”, detalló don Meme, reconocido entre los pescadores por su conocimiento y veteranía en los asuntos de la pesca. Dijo que los pescadores que buscan chillos o peces de profundidades de mil pies en adelante se van a El Rabo, un sector en los predios de Caja de Muertos y a otros sectores que llaman Playa Grande y El Playón. “Allí las profundidades son de 1,000 y 1,200 pies”, detalló.

Contó que en 2014, a un experimentado pescador de Ponce, se le hundió la lancha en Caja de Muertos y después de naufragar por casi 24 horas fue rescatado en Guayanilla. Dijo que el pescador agarrado de un tanque llegó hasta la Isla María Langa, la marea lo arrastró a la orilla, unos ciclistas lo avistaron, informaron a la Policía y lo llevaron al hospital en Yauco. “Ya no pesca, ahora es guardia de seguridad”, relató don Meme.

Dijo que con los adelantos tecnológicos y los celulares ahora es más fácil rescatar a pescadores perdidos en alta mar. “Antes si usted decía que se iba a pescar para Caja de Muertos y no aparecía en uno o dos días había que salir a buscarlo. Si la brisa estaba al sur, iban hacia el sur, si la brisa estaba para el norte, iban en dirección al norte a buscarlo”, explicó.

“El inicio de nosotros era pesca en los ríos, pesca en los lagos y luego nos extendemos a la mar y vinimos a pescar a la mar. La diferencia es que en el río usted no se marea, en los lagos el oleaje no es tan fuerte, pero en la mar hay que tener el cuerpo adaptado para no marearse”, narró el educador.

“Desde los 10, 12 o 15 años veníamos al mar, íbamos a Guayanilla con unos amigos pescadores, pescábamos con ellos y nos adaptamos a las aguas del mar y gracias a Dios, vamos, pescamos y regresamos, vamos de día o vamos de noche. De noche nos movilizamos a la mar desde las 4:00 de la tarde y regresamos entre las 12 de la medianoche y la 1:00 de la madrugada”, indicó.

Don Meme era el tesorero de la Junta Directiva de la pescadería hasta diciembre pasado. Su esposa Gladys Andújar Fernández murió en 2005 y desde que su hija Glays y Mario se casaron, el matrimonio vive con don Meme en la urbanización Las Delicias. “No he vivido de la pesca porque yo tenía mi profesión, era pesca deportiva, pero cuando cogíamos quintales de pescado mis amigos tenían licencia y se lo vendíamos a vecinos y a la villa pesquera”, expresó el legendario pescador.

“La pesca es una fuente vida”, sostiene el adjunteño, quien el 9 de mayo cumple 93 años y asegura que hasta sus últimos días seguirá pescando y disfrutando del mar.