Miguel Díaz Publicado en marzo 19, 2020 0 21 Visitas
Por Redacción Es Noticia
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En una acción sin precedentes dirigida a intervenir teléfonos celulares para combatir el coronavirus, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha autorizado intervenir un vasto y hasta ahora no revelado archivo de datos de teléfonos celulares para rastrear los movimientos de las personas que han contraído el coronavirus e identificar a los individuos con los que tuvieron contacto para colocarlos en cuarentena.
Netanyahu dijo que el gobierno aprobaría el reglamento de emergencia que permitiría el uso de los datos por un período limitado de 30 días, con el permiso del fiscal general.
«Israel es una democracia», dijo el Sr. Netanyahu. «Tenemos que mantener el equilibrio entre los derechos del individuo y las necesidades de la sociedad en general, y lo estamos haciendo.»
La existencia del archivo de datos y el marco legislativo bajo el cual se acumula y se utiliza no han sido informados previamente.
La idea consiste en examinar los datos de geolocalización que se recogen habitualmente de los proveedores de teléfonos celulares israelíes sobre millones de sus clientes en Israel y en la Ribera Occidental, encontrar a las personas que estuvieron en estrecho contacto con portadores conocidos del virus y enviarles mensajes de texto ordenándoles que se aislaran inmediatamente.
Además del esfuerzo de localización, el gobierno provisional de Netanyahu autorizó el domingo sentencias de prisión de hasta seis meses para cualquiera que infringiera las órdenes de aislamiento; prohibiendo a los visitantes, incluidos los abogados, la entrada a la prisión y a los centros de detención y permitiendo a la policía disolver las reuniones – hasta ahora, más de 10 personas – por medios que incluían «el uso de una fuerza razonable».
La existencia del fondo de metadatos de los teléfonos celulares y su uso para rastrear a los pacientes y portadores de coronavirus plantea la mayor prueba de la democracia israelí, según los defensores de la privacidad.
La divulgación del plan dio la voz de alarma a los defensores de la privacidad y a los críticos de Netanyahu, quien está luchando simultáneamente por conservar el poder después de que los que buscan su destitución obtuvieran la mayoría en las elecciones del 2 de marzo.
Netanyahu impuso medidas cada vez más autoritarias en respuesta a la crisis y el ministro de justicia restringió severamente a los tribunales, una medida que fue seguida horas más tarde por el aplazamiento del juicio penal contra Netanyahu por soborno y corrupción, cuyo inicio estaba previsto para esta semana.
