Por Ana Delma Ramírez
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Ante un nutrido grupo de amigos, familiares y deportistas, reconocieron en vida a un obrero voluntario que propició la riqueza del baloncesto ponceño durante las décadas de los 1950, 1960 y 1970: José ‘Cheo’ Luna.
La actividad fue organizada por la Oficina del Historiador Deportivo de Ponce, una organización en unión al otrora jugador de baloncesto Felipe Ralat.
Luna, quien no ha sido exaltado a la Galería de Inmortales del Deporte de Ponce, fue mentor, entrenador en niveles escolares, federativos y comunitarios.
Desarrolló el baloncesto de la Ciudad Señorial mucho antes que los Vicens, manifestaron decenas de baloncelistas y de otros géneros del deporte presentes en el reconocimiento.
“Luna, del barrio Bélgica de Ponce, es sinónimo de baloncesto”, expresó José Antonio ‘El Perro’ Pietri Soldevila, un aguerrido exjugador de baloncesto que no escatimó en elogios para con “Dios”, como apodaban a Luna porque en actividades religiosas representaba a Cristo (Fiestas de Cruz).
Acompañado de dos de sus tres hijas, Mayra y Jenny, así como María de Los Ángeles, telefónicamente “Cheo” Luna no pudo controlar el llanto ni la emoción ante un sinnúmero de testimonios de agradecimiento de quienes él denominaba “sus hijos” y desarrolló en deportes.
Arquelio Zaragoza, sobrino de Arquelio Torres Ramírez, viajó desde Guaynabo para acompañar a su mentor. De igual manera, el Dr. Ismael Emmanuelli cerró su oficina, en Juana Díaz, para agradecer personalmente el apoyo que le dio en los años que practicó deportes en el Club Deportivo de Ponce.
“Cheo” Luna fue director de deportes del Club Deportivo, elevando el nivel deportivo de esa institución en Ponce y Puerto Rico.
El libro de Fufi Santori, ‘Tiempo y Escore’, en un párrafo le recuerda a los ponceños que el desarrollo del baloncesto en la Ciudad Señorial lo deben entre otros a “Cheo” Luna.
