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Erasmo: “un policía de corazón”

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Por Sara R. Marrero Cabán

redaccion@esnoticiapr.com

 

VILLALBA – Para el agente Erasmo García Torres- conocido cariñosamente como Junior-, el futuro era brillante. Hace dos meses, compró una casa en el barrio Cerro Gordo de su pueblo natal con una vista al lago. Planificaba instalar una piscina y esperaba con ansias que su prima, Pierrette Maldonado García, le organizara la inauguración de su nuevo hogar.

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Además, sería abuelo por segunda vez. En unos cinco años, visualizaba acogerse al retiro, después de dedicarle más de dos décadas a la Policía.

Sin embargo, su vida fue arrebatada el pasado jueves, en el cumplimiento del deber. Hoy, domingo, se celebró su sepelio en el Centro de Bellas Artes Adrián Rosado Guzmán de Villalba.

Un silencio sacro arropaba el casco urbano y las banderas ondeaban a media asta. Los comercios aledaños al centro tenían lazos negros en sus puertas. En el vestíbulo del centro, imágenes de la vida de García Torres remontaba a los presentes a días de alegría y fiestas familiares.

Frente a su ataúd arropado de coronas florales, sus compañeros de la Policía le rindieron una guardia de honor, brindándole su último adiós. Familiares, amigos y colegas enjugaban sus ojos, buscando consuelo con abrazos.

“Erasmo, como nosotros cariñosamente lo conocíamos Junior, era un ser humano único. Siempre muy alegre. Yo le decía a la familia ‘se supone que yo estuviera coordinando la inauguración de su casa’, pero lamentablemente me tocó organizar su sepelio con mucho dolor, pero con mucho orgullo, orgullo porque Junior fue un policía de corazón, un servidor público de corazón. Todo lo que era la relación con su trabajo lo hacía con mucho amor, porque Junior era un ser muy alegre. Nos ha dolido mucho, a la gente, al pueblo a todo lo que lo conocía sabe que él es así. Ese es su legado, esa sonrisa hermosa y ese buen servicio que siempre dio”, relató Maldonado García.

Pierrette Maldonado García (Tony Zayas)

El asesino fue identificado como Bryan Ramos Rivera, de 28 años. La Policía informó que García Torres intervino con el automóvil de Ramos Rivera en la intersección de la calle Venus y Villa por violación a la Ley de Vehículos y Tránsito. Tras una breve persecución, Ramos Rivera disparó a García Torres y huyó.

Minutos después del ataque, García Torres murió en el hospital.

Una juez del centro judicial de Ponce encontró causa para arresto en contra de Ramos por los delitos de asesinato y portación de arma y le impuso una fianza de $3 millones. Rivera no prestó la fianza, por lo que fue ingresado al Centro Correccional de Bayamón.

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García Torres siempre estuvo consciente de los riesgos mortales de su profesión. Aún así, la abrazaba.

“A veces decimos ‘él estuvo expuesto tantas y tantas veces, pero era lo que a él le gustaba, lo que le apasionaba’. Él empezó a ser policía bien jovencito y sí, yo creo que sus hijos tienen una fortaleza ahora mismo y yo creo que es que él siempre les estuvo hablando, les estuvo preparando de cómo iba a ser su trabajo. Incluso, hace unas semanas había posteado en Facebook ‘amo la Policía. Salgo con Dios, si no llego estoy con Él’. Sí, él estaba consciente”, señaló su prima.

“Su mamá nunca quiso que fuera policía. Siempre le estaba diciendo ‘retírate ya de la Policía’ y estaba constantemente con eso, pero él amaba ser policía”, agregó.

En vida, García Torres fue atleta. Obtuvo una cinta negra en taekwondo y logró participar de los Juegos Panamericanos en los 1990s. Además, fue instructor del deporte e inculcó el amor por el arte marcial en sus hijos.

“Él era deportista también y tenía mucha disciplina y a la vez que se graduó de cuarto año, rápido tuvo esa inquietud de ser policía y entró rapidito a la academia y tenía mucha disciplina y le gustaba servir”, indicó Maldonado García al recordar que se vio obligado a abandonar el deporte tras sufrir un accidente

A García Torres lo sobreviven ambos padres, tres hijas (de 28, 21 y 22 años), un hijo de 21 años, su pareja- Yahaira Morales – y su nieto de dos años. Los hijos de Morales, además, lo consideraban como su padre.

Maldonado García recuerda a su primo como un hombre “familiar”, creando de sus parientes mejores amigos.

“Junior era muy familiar. Si yo te digo cuál es su amigo, su mejor amigo, yo creo que nuestro tío. Él siempre estaba con él, él iba a pescar con él, él iba a limpiar el patio con él, aparte de sus compañeros. Pero, su familia eran sus mejores amigos. Si él iba a salir, buscaba a sus hijos, buscaba su papá. Era muy familiar”, narró.

Las honras fúnebres continuarán hasta mañana, lunes, cuando a las 10:00 a.m. se llevará a cabo un homenaje póstumo en la plaza pública de Villalba.

Luego, la funeraria proseguirá con llevar los restos al cementerio Las Mercedes en Ponce, donde será sepultado a la 1:30 p.m.

El recorrido al camposanto incluirá pasar por las inmediaciones de la Comandancia de Área de Ponce.